Sympathy for the devil: De Blair a Eva (y viceversa)

Es difícil explicar la sensación que queda tras ver ‘All about Eve’, o como la han rebautizado con un título muy ajustado en España, (léase ironía), ‘Eva al desnudo’.

Es exactamente la misma sensación que se experimenta tras el final de ‘Match Point’; una de esas películas en las que el malo gana mucho, pero el cargo de conciencia ahí está; el bueno pierde, pero se lo ha buscado un poco y lo que queda es una interpretación tan bien ejecutada, que hace que la simpatía por el villano vaya in crescendo. 

Ni somos tan buenos, ni tan malos dicen; y el encanto del malo de la película nos hace inclinaros al lado oscuro en este filme, en el que el espectador queda a merced de una batalla consigo mismo por la comprensión de los límites de la ambición, o más bien por el ‘todo vale’ de la protagonista, a la que da vida una Anne Baxter realmente soberbia, comparable sólo a la locura maquiavélica del ‘joker’ de Heath Ledger.

Lejos de pretender ser una ‘cultureta’ o como quieran llamarle, llegué a este gran clásico a través de una serie ‘teen’ de dramón y lujo.

Para que luego digan que no se aprende nada de ellas.

A algunos les sonará el personaje de Blair Waldorf, protagonista de la serie de adolescentes pijos del Upper East Side de Nueva York, ‘Gossip Girl’. Pues bien, fue ella, la que a través de un capítulo en el que se recreaba la escena inicial de ‘Eva al desnudo’, la que me llevó a ver un filme que, puedo asegurarles, no habría visto por iniciativa propia.

Blair y Eva se parecen y mucho; malas (en principio), ambiciosas hasta el extremo, inteligentes, apasionadas y ante todo, con corazón…muy en el fondo, pero con corazón.

Y aquí volvemos a lo de que ni los buenos son tan buenos, ni los malos tan malos; porque si por algo merece la pena ver la película, es por la fina línea en la que los personajes se mueven y flirtean con el lado oscuro y vuelven de entre las sombras una y otra vez.

Véanla, analicen la ambición de Eva, la soberbia de Margo y el juego de los demás personajes; a menudo todo demasiado parecido a la vida misma y otras veces demasiado poco.

Eso sí, como en la vida, no todo es blanco o negro…ni siquiera en el cine, aunque en este caso, sí lo sea, al menos en el aspecto técnico.