20 October 2015
Los psicólogos que nos dedicamos a temas de pareja nos pasamos la vida intentando que éstas no se rompan.
Da la sensación de que es todo un fracaso personal y profesional que una pareja se separe, cuando, en realidad, muchas veces es una decisión fantástica que libera a los cónyuges de la pesada carga emocional que genera una relación tóxica.
En primer lugar, hay que desmitificar que separarse es malo. Separarse es de valiente, pero lo que sí debemos aclarar es que hay que sacar de este grupo de valientes a la gente que por norma general unen una relación con otra; porque los que verdaderamente tienen mérito son las parejas estables; aquellas en las que sí hay o habido un compromiso duradero.
Todos somos conscientes, que tarde o temprano la monotonía llega a las relaciones, y que en muchas ocasiones terminamos hartos de todo y la primera idea que nos viene a la cabeza es mandar todo al garete.
Pues bien, antes de dejarnos llevar por este impulso convendría hacer algunas cosas. Lo primero es hablar, pero hablar bien. Transmitir a nuestra pareja lo que nos frustra y recibir su información. Necesitamos conseguir una comunicación empática, y dichas conversaciones han de ser un proyecto de cambio.
Este proyecto de cambio es complicado cumplirlo, principalmente cuando se han tocado los límites de la paciencia, por ello, es fundamental llegado este momento ponerse en contacto con un profesional. La figura del psicólogo ayuda a desbloquear el proceso, a que fluya entre la pareja la capacidad de hablar y empatizar.
Hay que tener una idea nítida, que no es otra que para mantener una relación ha de haber un mínimo de ilusión; si no la hay, lo mejor es poner distancia de por medio.
Igualmente, lo ideal es que la separación, si uno no está completamente convencido de ello, es que sea de carácter temporal. En muchas ocasiones, esta fase transitoria ayuda a airear los malos humos acumulados con el tiempo y a ver las cosas desde otro punto de vista.
Y tú, ¿qué tal llevas tu relación de pareja?¿sientes que estás soportando una situación que no te aporta nada?
Si tienes problemas, recuerda que las parejas no siempre terminan separadas y muchas veces hay posibilidades de reparar el amor, aunque en otras ocasiones lo mejor es seguir rumbos distintos, aunque al principio sea doloroso.
Ten presente, que en muchos casos las terapias de pareja pueden ayudar a tomar la mejor decisión, sea cual sea, así como terapias individuales que pueden ayudarte a sobrellevar la angustia, las dudas y los temores que te invaden en el momento que estás viviendo.
Lo importante es que puedas detectar cuando algo te está dañando y que puedas actuar en consecuencia, bien con la comunicación empática de la que hablaba o buscando ayuda en un profesional.
La solución final puede o no terminar siendo la de vivir separados. Lo principal, es que no se hagan daño y sean felices juntos o por separado.
La felicidad de una persona depende en gran medida de uno mismo.