30 March 2015
En el ámbito de la Psicología existen distintas orientaciones teóricas y todas cumplen requisitos de eficacia en sus intervenciones.
La orientación conductual se centra especialmente en las conductas observables con el objetivo de modificarlas.
La orientación cognitiva pone el énfasis en las ideas, creencias y formas de pensar que influyen en las conductas y pretende la modificación de estos aspectos.
La orientación cognitivo conductual es una combinación de las dos orientaciones anteriores.
La orientación humanista se centra en orientar y ayudar a las personas para emprender su propio proceso de cambio.
La orientación sistémica considera que el comportamiento humano se enmarca en un contexto más amplio de interacción social, por lo que se centra en hacer visibles los factores externos e internos que influyen en dicho comportamiento y en modificarlos.
La orientación dinámica se centra en el análisis de los aspectos inconscientes que pueden causar malestar psíquico.
A pesar de ser una ciencia más que comprobada, aún hoy en el año 2015 no está del todo bien contemplado que una persona vaya al psicólogo.
Dicho acto produce “cierto” rechazo en el receptor de la información. El motivo de ello, es por los prejuicios que nos han enseñado nuestros antepasados, como por ejemplo frases así –“el que va al psicólogo es porque está loco”-
Sin embargo, ¿cuántas personas sufren depresión, ansiedad, estrés, trastornos alimenticios, adicciones, etc y que si no hubiera sido por la asistencia psicológica no les hubiera sido muy factible salir “del pozo sin fondo”?
En gran medida, todos “pecamos” de saber mucho, aconsejar, e incluso imponer normas para salir de una adicción, superar un estado de ansiedad, estrés o depresión, sin embargo, no es algo tan sencillo. Un o una profesional de la psicología, ante todo no te va a juzgar, te va a facilitar las herramientas y estrategias para que siendo el paciente su principal motor pueda superar las difíciles situaciones que le están aconteciendo.
Atendiendo a estas “posibles” realidades, deberíamos tener claras las respuestas a las siguientes preguntas:
-¿cuándo debo ir a un psicólogo?
- ¿cómo me va a ayudar?
Al menos una vez en la vida, todos y todas deberíamos ir al psicólogo. Y más concretamente, cuando una persona valore que no tiene recursos personales para enfrentarse a las situaciones que le preocupan, cuando un problema le desborde, cuando note síntomas de ansiedad, cuando sienta dificultades en la comunicación con otras personas, cuando sienta que su estado emocional no lo controla o tiene dificultades para relacionarse, y no sea suficiente el apoyo cotidiano de las personas allegadas. Ese, es el punto de inflexión para plantearse acudir a una consulta de psicología.
Los psicólogos nos ayudan a enfrentarnos con efectividad a los problemas de la vida y de la salud mental, mediante una amplia gama de técnicas basadas en las mejores investigaciones científicas disponibles, y que consideran los valores, características, objetivos y circunstancias de cada persona.
El tratamiento psicológico, se apoya en muchas ocasiones en la interpretación de diversas pruebas y evaluaciones que pueden contribuir al diagnóstico de un trastorno, u ofrecer más detalles acerca de la forma en que una persona piensa, siente y se comporta. Estas pruebas pueden evaluar destrezas intelectuales, puntos fuertes y debilidades cognitivas, aptitud y preferencia vocacional, características de la personalidad y funcionamiento neuropsicológico.
Un tándem perfecto para el resultado positivo de una psicoterapia es el trabajo conjunto con un psiquiatra, ya que es el profesional que puede ayudarnos a saber que medicamentos son los más idóneos para trabajar conjuntamente con la terapia psicológica.
Conclusión, la persona que va al psicólogo no es la persona que está loca, sino la persona que es sabia y quiere mejorar su calidad de vida, y conseguir la pautas de vida que desee. No hay mayor logro personal, que saber que tienes la libertad y capacidad de pedir ayuda a un profesional cuando creas que la necesitas.
PSICÓLOGA @inmaculadacruz