24 October 2014
En algún momento de nuestra vida, todos y todas nos hemos hecho esta pregunta. La cuestión es ¿por qué?
¿Es cierto que la rivalidad laboral entre mujeres es más dañina que la de los hombres?
¿Es una falacia o una realidad?
Soy consciente, que leyendo estas primeras líneas del artículo puede que se dé una lectura diferente a la que quiero reflejar, puesto que se puede interpretar cierta idea retrógrada que nos recuerde a años atrás. - Nada más lejos de la realidad-.
El motivo de este artículo, es porque mi última experiencia profesional, donde mi superior era una mujer, ha terminado de una forma fría y sin sentido que nunca antes podía haber imaginado.
Siempre, había pensado que una de las cosas que “quizás” marcaba una gran diferencia entre mujeres y hombres, era la comunicación y sensibilidad. Pues bien lectores, puedo decirles alto y claro, que he encontrado el garbanzo negro de ese cocido. No, eso no es lo que marca la diferencia entre sexos. Si ese ere un aspecto que nos diferenciaba, nos vamos equiparando a ellos.
De ahí, que plantee la siguiente pregunta: ¿Es tan difícil ser empático con los compañeros de trabajo cuando se es jefe/jefa?
A favor, de nosotras he de decir que como hemos estado tantos años sin poder pronunciar palabra alguna en comités de dirección, puestos de responsabilidad, y demás menesteres, cuando nos ponen en uno de ellos, queremos demostrar a toda costa, que podemos hacerlo, que somos capaces de tener carácter y marcar directrices.
Sin embargo, esa moneda con la que jugamos, tiene también su cruz y hace que a veces nos sobrepasemos en las tareas de mando sin motivo alguno, dejando en entredicho muchas de nuestras aptitudes.
Mujeres, Hombres, Chicos y Chicas, no es más importante el que más grita, el que más improperios dice, el que haga más aspavientos con las manos en una reunión, sino el que sabe escuchar, el que tiene la capacidad de réplica productiva, el que sabe delegar, el que puede empatizar con la persona que tiene enfrente. Ese, es quizás el perfil de un “buen jefe/jefa”
Por ello, es fundamental cuando se tiene un cargo de responsabilidad, dedicar tiempo a trabajar el área de las habilidades de comunicación, gestión de equipos, dirección de objetivos.
Indistintamente, que un departamento esté dirigido por un hombre o por una mujer, somos personas. Y justo ese, es el mayor valor que tenemos. Podemos dialogar, razonar y decidir sin menos preciar a nuestros compañer@s.
Jesus Garcia Lago 09:36 23 November 2015