Su trabajo cumple un papel esencial, pudiendo simplificar considerablemente los largos procesos legales.
18 September 2019
Una de las ramas más importantes del derecho está dedicada a proteger los derechos de la familia. Esto no sólo significa que se defiende cada unidad familiar, sino que además gestiona los aspectos legales que intervienen en las relaciones, como puede ser en el caso de los matrimonios, las herencias, o los vínculos entre padres e hijos.
Son muchas las situaciones que pueden suscitar la necesidad de contratar a un abogado de familias, por eso es necesario reconocer cuáles son estas situaciones y en qué puede ayudar el profesional.
¿En qué casos debe intervenir un abogado de familia?
Como mencionamos, las circunstancias en las que interviene un abogado de familia son numerosas. Algunas de ellas pueden llegar a ser más delicadas que otras, aunque depende de muchos factores. Sin lugar a dudas, es un trabajo cuidadoso en el que el asesoramiento de un buen abogado podrá reducir considerablemente los obstáculos.
Divorcios y separaciones
Son casos distintos dentro de lo que implican las gestiones matrimoniales. El divorcio implica la disolución legal del matrimonio, mientras que una separación deja la relación en un estado de suspensión, inhabilitando a cualquiera de los dos cónyuges a contraer matrimonio con otra persona. En ambas circunstancias la intervención de un abogado será esencial para pactar las condiciones en las que se procederá.
Patria potestad y custodia compartida
Ambos casos corresponden a la relación de los padres con los hijos. La patria potestad es la que da a los progenitores la representación legal de sus hijos en el plano personal y patrimonial, mientras éstos son menores de edad. Lo cual implica que se deben cubrir necesidades tales como el alimento, la vestimenta, así como la educación, el acompañamiento y la administración de su patrimonio.
En el caso de la custodia compartida, también se trata del cuidado de los hijos hasta que alcanzan la mayoría de edad, aunque podría ser concedida a un sólo progenitor o a ambos, de forma equitativa o no. Cada caso será estudiado por los letrados profesionales y supondrá cumplir con una serie de requisitos indispensables, normalmente marcados por el Tribunal Constitucional.
Pensión de alimentos y régimen de visitas
Ambos se aplican en situaciones en las cuales los padres se han separado o disuelto legalmente el matrimonio. La pensión de alimentos corresponde a un importe fijo al mes que debe ser otorgado por el progenitor que no tiene la custodia completa al que sí la tiene.
Este importe de dinero debe ser destinado a cubrir las necesidades del o los menores, como la ropa, los alimentos, los estudios, etcétera. De forma similar, el régimen de visitas es establecido mediante la sentencia de un juez, en la que se acuerda una rutina para que los menores estén con ambos progenitores, durante determinados días de la semana o veces al mes.
Las herencias e incapacitaciones
Corresponde a todo lo referido a testamentos, sucesiones y gestiones hereditarias, luego del fallecimiento de un familiar. A menudo, son muchos los trámites que es necesario hacer y no siempre se desarrollan de la manera más armoniosa, por eso la intervención de un asesor legal es esencial para hacerlo lo más cuidadosa y efectivamente posible.
De igual forma se interviene en situaciones de incapacitación judicial, en las que se establece que un miembro de la familia padece de deficiencias, físicas o psíquicas, que impiden a la persona gobernarse a sí misma. En estas circunstancias, el juez designa a una persona del círculo familiar (hermano, cónyuge o hijo) para que ejerza como tutor legal.
Cada caso en particular requiere de medidas específicas, por lo que no es posible determinar en términos generales cómo podrían resolverse. El papel del abogado es el de defender los intereses de alguna de las partes, y guiarla a lo largo de todo el proceso.