Ante los conflictos bélicos: "Nosotras tenemos la fortuna de estar en un país donde podemos alzar la voz por todas, sin que nuestras vidas corran peligro".
María Gallardo Jiménez
08 March 2022 | Publicado : 16:40 (08/03/2022) | Actualizado: 11:23 (10/03/2022) | Fuente: www.regiondigital.com
Afronta el 8M "con optimismo", tras el parón obligado del pasado año por la pandemia de la Covid-19. Alza la voz en nombre de la mujer extremeña por "facilitar la vida de las mujeres en nuestra región, y en eso va incluido facilitar una conciliación real, unas condiciones dignas de trabajo, fuera de la precariedad y la temporalidad".
Lorena Rodríguez Lucero, portavoz de Igualdad del Grupo Parlamentario Unidas por Extremadura (PODEMOS-IU-EXTREMEÑOS-EQUO), es una extremeña nacida en Móstoles (Madrid), el 17 de diciembre de 1984, y residente en Carcaboso desde los 4 años, localidad cacereña de la que años más tarde fue alcaldesa.
Regiondigital.com ha hablado con ella para conocer de primera mano cómo va a celebrar este 8M, Día Internacional de la Mujer, y cuáles son los problemas reales que padecen las mujeres extremeñas. Entre ellos cita el desempleo, la brecha salarial, la falta de medidas para conciliar la vida laboral y familiar.
Muestra su defensa a ultranza por la mujer rural y, eso sí, deja claro que no le gusta hablar de la Extremadura vaciada, "porque en los pueblos aún queda gente y mujeres con ganas de pelear por nuestro territorio".
- Tras la crisis sanitaria que se vivía por estas fechas el año pasado en Extremadura y el resto de España a causa de la pandemia por la Covid-19, ¿cómo afronta este año la celebración del 8M?
L.R.: Este año afronto el 8 M con optimismo. Es cierto que la situación de la pandemia actualmente no es la misma que la de hace un año, pero tampoco podemos bajar la guardia porque el virus no se ha ido. Sin embargo, como decía, lo afronto con optimismo porque hace apenas unos días vimos cómo en el pueblo de Villanueva de la Vera, las mujeres se rebelaron ante tradiciones ancestrales que siempre nos han tenido en un segundo lugar, y en algunos escenarios, incluso ocultas.
También reconozco que lo afronto con el corazón roto por la situación de las mujeres en Afganistán, Yemen, Colombia, Siria, Sahara o Ucrania, entre otros países en conflicto, que están viviendo, día tras día, situaciones de vulneración de sus derechos.
Nosotras tenemos la fortuna de estar en un país donde podemos alzar la voz por todas, sin que nuestras vidas corran peligro. Y eso voy a hacer. Acudiré a los actos institucionales y también a las movilizaciones y actos programados durante estos días, que ayudan a visibilizar la gran labor que hacen todas las mujeres de nuestra región.
-¿Que significa para usted participar en el acto institucional que celebra la Asamblea de Extremadura como portavoz de Igualdad de su grupo parlamentario?
L.R.: Es una oportunidad única y quizás irrepetible. Me enorgullece participar en el acto. Somos la voz de muchas mujeres y participar en estos actos ayuda a que se reconozcan sus derechos. Además, es un honor poder ser el altavoz del movimiento feminista, de unión, de lucha contra las desigualdades a las que se enfrentan miles de mujeres al día, porque esto hace que seamos referencia para conseguir la sociedad justa e igualitaria que necesitamos.
- ¿Por qué cree que tiene que alzar la voz la mujer extremeña?
L.R.: Tenemos que alzarla, primero, porque somos la mitad de la población y no podemos permitirnos que no nos escuchen, que no se tengan en cuenta nuestros problemas, ni nos tengan en consideración en diversas situaciones diarias, en los medios de comunicación, en los cargos directivos, el deporte, los cuidados, etc.
También tenemos que alzar la voz porque hay que facilitar la vida de las mujeres en nuestra región, y en eso va incluido facilitar una conciliación real, unas condiciones dignas de trabajo, fuera de la precariedad y la temporalidad. Tenemos que trabajar para que los cuidados formales e informales, que mayoritariamente realizan las mujeres, puedan hacerlo en unas condiciones favorables que repercutan positivamente en sus vidas.
- A su juicio, ¿qué le falta todavía a la mujer extremeña para lograr equipararse con las del resto del país?
L.R.: En Extremadura tenemos un gran problema de paro femenino. Según los últimos datos, el 62 por ciento del número total de personas paradas son mujeres. Tenemos también que conseguir la igualdad salarial real. Es urgente mejorar las condiciones laborales de las mujeres en nuestra región, especialmente para aquellas que se dedican a los trabajos de cuidados porque son las más precarizadas.
Tenemos también que avanzar en otros aspectos, como por ejemplo, garantizar el derecho al aborto en los hospitales públicos de la región. Aquí, a diferencia de otras comunidades autónomas, no se realiza ninguna interrupción voluntaria del embarazo en los centros públicos. Nos quedan muchas cosas.
Pero también creo que la mujer extremeña necesita quitarse etiquetas que no nos benefician, y me refiero especialmente a las mujeres rurales, por ejemplo. Creo que debemos quitarnos la etiqueta de la Extremadura vaciada. No me gusta hablar de Extremadura vaciada, porque en los pueblos aún queda gente y mujeres con ganas de pelear por nuestro territorio. Nuestra región está llena de oportunidades, solo tenemos que organizarnos y tomar decisiones bajo liderazgos compartidos para poder lograr llevar a cabo nuestros proyectos de vida en la Extremadura rural.
Eso sí, tenemos que alzar la voz porque los proyectos de desarrollo que nos quieren imponer no van dirigidos a fijar población, ni a crear unas condiciones de trabajo dignas para nuestras mujeres. Creo que un modelo de desarrollo regional, basado en un Elysium City, en megaproyectos de plantas fotovoltaicas, en más Valdecañas, no van a favorecer que nuestras mujeres puedan equipararse a las mujeres del resto del país.
- Precisamente, lo mencionaba usted anteriormente, según los datos de empleo en Extremadura, correspondientes al mes de febrero, de los 94.270 desempleados que hay en la región, el 62,5 por ciento son mujeres. ¿Qué medidas cree usted que hay que activar para cambiar de una vez por todas estas cifras?
L.R.: Los datos de desempleo van mejorando, y eso en parte también debemos reconocérselo al Ministerio de Trabajo y al esfuerzo de diálogo social continuo que está ofreciendo la ministra Yolanda Díaz junto a las comunidades autónomas. En Extremadura tenemos que incidir en la mejora de las condiciones laborales de las trabajadoras del sector agroalimentario.
Así, por ejemplo, ahora que vamos a poder valorar a comienzo de temporada a cuánto se les va a pagar la hora, es justo que se mejoren las condiciones de las trabajadoras de fábricas como las de cerezas o de los ajos. Tenemos también que ser contundentes con las mejoras necesarias para los trabajos de cuidados, como son las trabajadoras del sector de la dependencia, empleadas de hogar, personal de limpieza, etc., que mayoritariamente están realizados por mujeres.
También debemos huir de la temporalidad y de la precariedad que sufren las mujeres extremeñas, y para ello se necesitan planes específicos para las mujeres que abanderan las peores cifras de desempleo. Pero también tenemos que ayudar a aquellas mujeres que se decidan por el autoempleo, cuyas dificultades de conciliación aumentan. Por ello, es importante que el Plan Corresponsables se ejecute en mayor medida, porque la conciliación es también un problema de primera línea para todas nuestras mujeres extremeñas.
- El pasado 22 de febrero se conmemoró el Día de la Igualdad Salarial, una iniciativa con la que se pretende concienciar a la sociedad española sobre la brecha salarial entre hombres y mujeres por la realización del mismo trabajo o por un trabajo de igual valor. De hecho, en el último informe del INE correspondiente a 2019, el salario anual más frecuente en las mujeres ascendió a 13.514,8 euros y representó el 73,0 % del salario más habitual en los hombres, cuyo efectivo se situó en 18.506,8 euros. ¿Qué suponen para ustedes estos datos en pleno siglo XXI?
L.R.: Combatir la brecha salarial debe ser prioritario y urgente. En Extremadura las mujeres ganamos de media 3.800 euros menos que los hombres por desarrollar el mismo trabajo. Estoy convencida de que la subida del Salario Mínimo Interprofesional (SMI) a 1.000 euros, así como el control e inspecciones, contribuirán a rebajar estas cifras y luchar ante estas situaciones injustas. Pero, además, hay que ejecutar los planes de igualdad de las empresas porque son la única forma de erradicar estas cifras tan injustas.
Del mismo modo, debemos pensar en esa brecha salarial que existe también desde la perspectiva de que son las mujeres las que tienen los trabajos más precarios, inferiores en la escala o con peores condiciones laborales como, por ejemplo, jornadas a tiempo parcial por la responsabilidad aún de conciliación. Estas desigualdades evidencian el trabajo aún pendiente por parte de toda la sociedad. Debemos denunciar conjuntamente cuando conozcamos estas situaciones.
- Usted, mujer del siglo XXI, diputada en la Asamblea, con familia, un hogar… ¿Cómo logra conciliar la vida laboral con la familiar?, ¿qué esfuerzo le supone?
L.R.: Espero y deseo que el mismo esfuerzo que a un hombre. Este 8 de Marzo deberíamos comenzar a visibilizar, también desde los medios de comunicación, que la conciliación no es un asunto solo de mujeres. Por eso creo que este tipo de preguntas, que normalmente solo nos las hacen a las mujeres, hay que empezar a hacérsela también a los hombres.
Por otro lado, aunque aún no soy madre, la conciliación con la vida familiar es complicada, como supongo que le pasa a todo el mundo, porque hay que hacer malabares para compaginar la vida familiar y laboral. Conciliar es muy complicado, y más si lo haces en un pueblo, como es mi caso, de 1.200 habitantes, donde no hay guarderías con horarios ampliados o no hay una red de transporte público continuado. Por eso creo, que hay que aumentar las políticas de conciliación, y en este sentido se está avanzando desde el propio Ministerio de Igualdad.
- Y para finalizar, ¿qué logro -o a qué mujer- destacaría desde el punto de vista de las políticas de igualdad que crea usted que ha sido satisfactorio en este ámbito, que se haya producido de un año para acá?
L.R.: Para mí, Yolanda Díaz está siendo un reflejo de lo que desde la política se puede hacer para alcanzar acuerdos, para trabajar por un país más justo, solidario e igualitario. Está demostrando su capacidad de diálogo y esfuerzo para mejorar nuestro país día a día.