Encarnada por Victoria Abril en su regreso a los teatros españoles, al frente de un espectáculo cargado de ritmo y energía que da la vuelta al mito
01 August 2024 | Publicado : 02:14 (02/08/2024) | Actualizado: 02:19 (02/08/2024) | Fuente: www.regiondigital.com
En el montaje que marca el ecuador de la 70 Edición del Festival de Mérida, se da la vuelta al mito de la gorgona para convertir el monstruo de serpientes en la cabeza y mirada petrificadora en la voz de todas las mujeres que han sufrido la injusticia.
El público, que ha abarrotado las caveas del Teatro Romano de Mérida, en su estreno y, la previsión es que lo siga haciendo en las 9 puestas en escena que resta, ha ofrecido una fuerte ovación de cierrre, despidiendo en pie a los artistas aún sobre el escenario.
La obra propone una profunda revisión del mito de Medusa, empeñada en esta ocasión en contar su historia, su verdad, la de una joven de 16 años cuyo único pecado fue contrariar a los dioses al resistirse al capricho de Poseidón y provocar con su belleza la envidia de Athenea.
La diosa de la sabiduría, encarnada por Mariola Fuentes, lejos de proteger a su sacerdotisa, la castiga dotándola de un monstruoso aspecto y la maldición de no poder mirar a los ojos a ningún otro hombre sin provocar su muerte.
De esta forma, se muestra una Medusa víctima de violencia machista y de la envidia, condenada a la soledad de su fría caverna tras un aspecto que le impide mostrar su verdadero interior, que se rebela ante la historia para contar su verdad silenciada durante miles de años.
Mientras, el semiDios Perseo, encarnado por Adrián Lastra, se presenta muy alejado del héroe de la versión tradicional del mito, un ser vulnerable y simple, una marioneta que se mueve al dictado de los dioses.
Todo ello rodeado de acciones multidisciplinares, con números de danza, como el protagonizado por Peter James (Poseidón) y Elisabet Biosca (joven Medusa), o el coro de guerreros, dirigidos por Aleix Mañé, en el que no falta la música y la voz en directo de Ruth Lorenzo, en su estreno sobre las tablas de un teatro, o los acompañamientos del Coro de Cámara de Extremadura.
La escenografía, que firma Mónica Boromello, integra grandes figuras de serpientes para representar la cueva de medusa y un gran oráculo en el que se proyectan imágenes que acompañan el espectáculo, en el que destaca el vestuario de Pier Paolo Álvaro.
Victoria Abril soporta el peso de la representación con monólogos que se integran entre los diferentes números de música y danza, en los que no falta un toque de humor y en los que no duda en romper la cuarta pared para interpelar al público, proyectando así una imagen de cercanía que le permite empatizar con su verdad.
A lo largo de su actuación, el público ha respondido con ánimo ante los alegatos contra la violencia machista y la injusticia sufrida sistemáticamente por las mujeres a lo largo de la historia.
Tras la representación, el director de la obra ha subrayado la entrega de todo el equipo para sacar adelante una representación que se repetirá desde este jueves al domingo 4 de agosto, y que volverá del 7 al 11 para completar las diez funciones programadas.
Por su parte, Victoria Abril ha reconocido que ha cumplido el sueño de actuar en el Teatro Romano de Mérida, su verdadero apellido.