En la Asamblea, Manuel Mata Gil invita a comprender a las víctimas de violencia de género

Esta exposición, llamada 'El mundo emocional de la víctima', que podrá visitarse hasta el próximo lunes, día 27, conmemora el Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra las Mujeres, que se celebra el 25 de noviembre.

En la inauguración, han estado presentes el artista de esta exposición, Manuel Mata Gil, la presidenta de la Asamblea de Extremadura, Blanca Martín, y la directora del Instituto de la Mujer regional, Beatriz Muñoz.

Todas las obras de esta muestra han estado inspiradas por testimonios de violencia de género, según ha indicado Manuel Mata Gil, quien ha resaltado que entre las víctimas ha escuchado "mucho" que se encuentran "en un pozo" donde hay "tristeza y depresión".

Una muestra en la que se combina el arte contemporáneo, la escultura, el arte pictórica y la narrativa, a través de poemas que acompañan a las obras en los que se ha ido "sensibilizando" con la víctima a través de sus versos.

Gracias al uso de materiales como el hierro, pegatinas cristales rotos, espejos, de formas en movimiento, ojos "abiertos" y "aspectos físicos que en cierta forma generan un reclamo de ayuda y de inmediatez", las obras explican el "despertar" y la "ayuda" que reciben las víctimas para reforzar su "personalidad", ya que están "anuladas".

Cabe destacar que esta exposición posibilita al espectador "entrar en alguien", "defender los traumas" y la "situación" que la mujer "ha vivido" tocando sus "cicatrices" con el objetivo de "respetar a la víctima", por lo que invita a "recopilar" esos sentimientos.

Al mismo tiempo, ha subrayado que estas personas no solamente se pueden encontrar en el "papel de víctima", sino que se pueden encontrar también "bajo una situación de victimización", que los "demás pueden valorar" que hayan cometido un "error", aunque ha incidido que no lo hay porque "la mujer se siente víctima de ese control" o la "posesión".

Además, ha recalcado que los familiares y las personas cercanas deben recibir "pautas" para "nunca aislar a la víctima" ni juzgarla, ya que está expresando la "realidad" y supone "una forma" de acercarse "al brocal de ese pozo" y hacer que se sienta "respaldada".