Mujeres extremeñas con discapacidad intelectual denuncia violencia que sufre el colectivo

Más de un centenar de mujeres con discapacidad intelectual, miembros de las entidades de Plena inclusión Extremadura, han participado este viernes en Mérida, en el 5º Encuentro de Mujeres, donde han leído un manifiesto redactado por ellas mismas, titulado 'Créeme'.

La jornada ha comenzado con un acto institucional en la que han participado la consejera de Igualdad y Cooperación para el Desarrollo, Isabel Gil Rosiña, la representante de las personas con discapacidad intelectual de la Junta Directiva de Plena inclusión Extremadura, María Casado, y la vocal de la misma, María Antonia García Lucas. Entre los asistentes también se encontraba el gerente de la federación, Sebastián González.

En ese manifiesto, redactado por personas usuarias del movimiento asociativo para este día, denuncian los diferentes tipos de violencia que las mujeres con discapacidad intelectual sufren a diario. Por eso, han hecho un llamamiento a la sociedad, para que les crean cuando denuncian abusos, ya que necesitan apoyos adecuados, más recursos accesibles.

María Casado, mujer con discapacidad intelectual, ha reclamado un futuro en el que las mujeres con discapacidad intelectual participen y formen parte de todas las decisiones que se tomen en la lucha de la prevención de la violencia de género.

Para ello, ha resaltado que es importante trabajar en el empoderamiento y el liderazgo, así como la importancia de la empatía y los apoyos del entorno.

Por su parte, María Antonia García Lucas ha explicado la labor que hace Plena inclusión Extremadura, a través del proyecto, 'Lideresas por el cambio', que trabaja por la formación, la sensibilización y la prevención de la violencia de género de las mujeres con discapacidad intelectual.

Desde 2017, la federación trabaja en un proyecto pionero para difundir lo que podría significar la violencia de género en mujeres con discapacidad intelectual, y se ha convertido en un referente para otras organizaciones.

Por su parte, Gil Rosiña ha hecho referencia al excesivo paternalismo con el que se trata a las personas con discapacidad desde el seno de sus familias, y que debe comprenderse que son personas con vidas propias, relaciones y se dan situaciones de vulnerabilidad.