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6 recetas de frijoles charros con tomate molido

El tomate molido se añade cuando se va a terminar la preparación para que los frijoles y el tocino absorban todo su sabor.

Los frijoles charros son todo un símbolo de la cocina mexicana. No obstante, hay que tener presente que este plato, de sabores intensos y mezclas únicas de ingredientes, no es igual en todo el país, sino que varía de acuerdo con la región y los gustos de cada quien. Pero hay algo que se repite: el tomate molido, que da un toque especial que une todos los sabores y hace la receta inolvidable.

#1 Frijoles charros tradicionales

La receta tradicional de los frijoles charros es tan sencilla como deliciosa, y lleva frijoles cocidos, chorizo, tocino, salchichas y chile. No obstante, el alma del plato es el tomate molido, que se prepara mezclando jitomate maduro, ajo y cebolla. En ocasiones, se le agrega un toque de chile guajillo para darle más color y un ligero picor.

El tomate molido se incorpora al caldo junto con el resto de los ingredientes, dando lugar a una mezcla que lo tiene todo: sabor, textura y aroma. Y, si lo sirves con tortillas de maíz, la experiencia es aún más deliciosa.

#2 Frijoles charros norteños

En el norte de México, los frijoles charros tienen personalidad propia, pues, dependiendo de la región, se les añade carne de res o venado. Pero el tomate molido sigue siendo clave, solo que, en este caso, se asa primero, para conseguir un sabor ahumado. Luego, se muele con ajo y chiles secos, obteniendo una base que intensifica los sabores. Estos frijoles se suelen acompañar con tortillas de harina o pan de elote.

#3 Frijoles charros con mariscos

Si buscas algo menos convencional, los frijoles charros con mariscos son una opción que tienes que probar. Aquí se hacen presentes ingredientes como camarones, pulpo o calamar, junto con los básicos: tocino y chorizo. El tomate molido, al igual que en las recetas anteriores, hace su magia al mezclarlo con hierbas frescas como cilantro y epazote.

Cuando el tomate molido se cocina lentamente con el caldo, los mariscos absorben cada uno de los sabores. Este plato es una muestra de la versatilidad del tomate molido.

#4 Frijoles charros veganos

Quizás no lo imaginabas, pero los frijoles charros también tienen su versión vegana. Esta alternativa moderna implica reemplazar las carnes con champiñones, calabacitas y granos de maíz. Aunque el enfoque es más ligero, el tomate molido sigue siendo el ingrediente estrella que une todos los sabores. 

Aquí, el tomate se mezcla con especias como comino y pimentón ahumado para conseguir un toque profundo. Además, con un poco de chile chipotle estarás aportando el sabor ahumado que tradicionalmente daría el tocino. El resultado es un plato que respeta la esencia de los frijoles charros, pero con un giro fresco y saludable.

#5 Frijoles charros estilo Jalisco

En Jalisco, los frijoles charros son más picantes y tienen un sabor aún más concentrado. Una forma de lograr esto es llevando el tomate molido al siguiente nivel, para lo cual se mezcla con chile de árbol y jitomate tatemado o rostizado, creando una salsa vibrante y llena de matices. Antes de integrarlo al resto de ingredientes, se cocina con cebolla caramelizada y ajo.

Un truco es añadir un poco de cerveza a la cocción para potenciar el sabor del tomate molido y agregar un toque amargo que contrasta con el picor de los chiles.

#6 Frijoles charros con tocino ahumado

Si te gusta el sabor intenso, los frijoles charros con tocino ahumado son la mejor elección para ti. En esta receta, el tocino es el protagonista por excelencia, pero el tomate molido se hace presente para redondear los sabores y crear un perfil aromático original, al cocinarlo con hojas de laurel y clavo.

El tomate molido se añade cuando se va a terminar la preparación para que los frijoles y el tocino absorban todo su sabor. Este detalle es importante porque hará que cada bocado sea una explosión de sabor, donde el tomate molido brilla como el elemento indispensable que es.