Reportajes

Extremadura camina hacia la sostenibilidad

La región trabaja en un nuevo modelo productivo encaminado a la consecución de una economía verde y circular que nos sitúe en referente en sostenibilidad

 

Que Extremadura es un sinfín de valiosos recursos naturales nadie lo pone en duda, su capacidad turística ligada al medio natural cada vez más en alza, es un valor seguro, pero, ¿y trabajar nuestras enormes fortalezas, ligadas a los recursos naturales existentes, para generar riqueza y empleo pero basado en un nuevo modelo que tenga como referente la sostenibilidad? Una oportunidad, que la Junta de Extremadura ha decidido explotar emprendiendo la transición hacia un referente propio de una economía verde y circular, que configure un nuevo modelo productivo regional. La meta encima de la mesa es el año 2030. Una fecha en la que la comunidad aspira a defender una economía social y sostenible donde los protagonistas de la innovación, la creatividad, la producción de bienes y servicios, la creación de iniciativas empresariales verdes, la puesta en valor de nuestros recursos naturales sean las personas que habitan en cada uno de  los pueblos y ciudades de Extremadura.

Unos objetivos en los que ya trabaja el ejecutivo regional, junto a los agentes sociales extremeños, como los sindicatos Unión General de Trabajadores y  Comisiones Obreras, así como la Confederación regional empresarial extremeña. En concreto en este 2017,  se han emprendido variadas acciones para unir y alinear la mayor parte de los recursos materiales y humanos existentes en Extremadura. Para ello, se ha apostado por un modelo de participación ciudadana, donde tanto los proyectos a realizar como las actividades estén en permanente evolución, contando con las aportaciones procedentes de la sociedad extremeña. En este sentido,  una de las iniciativas puestas en marcha ha sido el lanzamiento de la Plataforma Extremadura 2030. Se trata de un espacio virtual en el que cualquier ciudadano puede hacerse impulsor de una economía verde, realizando propuestas, conociendo experiencias y realizando aportaciones en el diseño de la estrategia regional que se está desarrollando en este ámbito.

Un nuevo modelo que supone una oportunidad única para Extremadura, y es que la región tiene por delante el reto de convertir la debilidad que ha supuesto la falta de industrialización, en una ventaja en torno a la calidad y cantidad de los recursos naturales de los que dispone. Y es que en la región naturaleza, biodiversidad, energías renovables, ecosistema, cielo y aguas limpias van de la mano. En este sentido, la Administración extremeña pretende conseguir la conversión de la comunidad en un referente internacional en economía verde y circular en el año 2030. Pero lograr posicionar a Extremadura como referente será clave si se tienen en cuenta los retos a los que la economía mundial tendrá que hacer frente en el futuro: garantizar de forma sostenible una alimentación segura, constatar los procesos del cambio climático y del calentamiento global, limitar la sobreexplotación de los recursos naturales no renovables y el fin de la era de petróleo.

En definitiva, una clara apuesta por el futuro de la comunidad a través de un proyecto colectivo desde el punto de vista social, económico y ambiental en el que todos los extremeños tenemos mucho que decir y aportar para convertirnos en un referente internacional en desarrollo sostenible. En relación a la implicación de la sociedad, hasta la fecha el proyecto ya cuenta más de 300 adhesiones de instituciones, colectivos, empresas y ciudadanía en general al Marco de Impulso a la Economía Verde y Circular.  Además, unas 70 entidades locales (ayuntamientos, grupos de acción local, mancomunidades), 75 centros educativos y unas 80 empresas y colectivos, entre otros, se han adherido ya al proyecto.

Un reto y un duro trabajo por delante el que el turismo sostenible será una de las bazas importantes, en ello ya se trabaja. Y de ello Extremadura puede presumir de ser abanderada. Los datos, recursos y paisajes regionales así lo avalan. Mientras tanto, la finalidad no es otra que la búsqueda de una sociedad y una economía donde los recursos naturales supongan una fuente permanente de obtención de oportunidades para los extremeños. Un camino que ya ha empezado.

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