Reportajes

La importancia de elegir un buen calzado infantil

Un zapato que no puede faltar son las menorquinas, todo un complemento para las sandalias en el verano.

Los pies son una de las partes más importantes del cuerpo y en ocasiones se nos olvida darles la importancia que merecen, eligiendo unos buenos zapatos. Si estamos pensando en la salud de nuestros hijos, y más en los primeros años de vida, un buen calzado les protegerá los pies y le ayudará en su correcto desarrollo.

Desde el nacimiento hasta los tres años, es la etapa más importante para el desarrollo del pie de un niño. En cada momento hay que elegir un buen calzado, en función de la edad y de las necesidades del niño. Debemos tener en cuenta desde que empiezan a explorar cosas gateando hasta sus primeros pasos y posteriormente su edad y desarrollo.

Es preciso evitar consecuencias negativas por el hecho de no elegir un buen calzado. La estética no debe ser la clave en nuestra elección. En todo momento debemos pensar en la salud de los pies de nuestros hijos.

Un par de zapatos no solo es un complemento estético para la ropa, es el elemento con el que deben aprender a caminar y les debe dar seguridad y sujeción además de servirles de abrigo en invierno y protegerles del suelo.

El primer calzado que elijamos para nuestro bebé le proporcionará estabilidad y le ayudará con su psicomotricidad, ayudándole a desarrollar y fortalecer los músculos, ligamentos y articulaciones. De ahí la importancia de elegir unos buenos zapatos a cualquier edad. Un buen calzado ayudará al niño a evitar posturas y pisadas incorrectas y posibles problemas en el correcto desarrollo de los pies.

El principal beneficio de elegir unos buenos zapatos para niños y niñas es la seguridad de conseguir un correcto desarrollo de los pies. Con un calzado infantil adecuado evitaremos posturas y pisadas incorrectas y posibles problemas en los pies en un futuro.

Los problemas de no elegir lo más adecuado

Un calzado infantil que carezca de unas adecuadas características puede producir pisadas incorrectas, posturas forzadas o malformaciones en los dedos. Los problemas pueden ser debidos a la falta de contrafuerte y a la rigidez de la suela. Otro factor importante a tener en cuenta es el material en el que está fabricado el zapato que puede llevar a la formación de hongos o la producción de rozaduras.

Elegir la talla correcta va a influir en la formación del pie y en la manera de caminar. No debemos comprar nunca un zapato para los niños demasiado grande ni apurar los zapatos pequeños. Los problemas fundamentales, caídas, torceduras y problemas en las punteras.

No elegir la talla correcta también va a influir a sus pies y a la manera de caminar. Es igual de perjudicial un zapato pequeño que un zapato grande. Hay que evitar siempre comprar un calzado infantil grande o de una talla más para que le dure más tiempo. Caídas, torceduras y no llevar el pie encajado en la planta, aparte de perjudicar las punteras, son las consecuencias de un zapato grande.

Cómo elegir el mejor calzado infantil para el verano.

En cuanto llega el buen tiempo, los zapatos tipo merceditas, pepitos o galeses son los más apropiados para los niños de cualquier edad. Se trata del calzado más adecuado para comenzar a caminar.

El clásico que no puede faltar a un niño en verano son las sandalias. Unas buenas sandalias deben proporcionar la sujeción necesaria para que puedan caminar correctamente. Las tiras se deben adaptar al pie y para los más pequeños conviene que el talón vaya cerrado.

Otro zapato que no puede faltar son las menorquinas, todo un complemento para las sandalias, pero no se recomienda llevarlas todo el día y para los más pequeños se recomienda llevarlas con velcro.