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Todas las mujeres extremeñas que vivieron la guerra y la postguerra de Extremadura recibirán una ayuda permanente de 300€ anuales

"ésta es mucho más que una medida simbólica. Ésta es una cuestión de dignidad, de justicia y de memoria histórica", valorando a esas mujeres que "con su esfuerzo y sacrificio, hicieron posible la democracia y la Extremadura de hoy".

Así, lo ha anunciado el Presidente del Gobierno de Extremadura, José Antonio Monago, en su discurso del acto institucional del Día de Extremadura, el más emotivo de los pronunciados en esta legislatura con tintes personales, subrayando que "si alguien quiere conocer de verdad quiénes somos como pueblo no hace falta leerlo en los libros. Sólo tiene que acercarse a su abuela o a su madre y preguntarle cómo ha sido su vida".

Para Monago, "ellas fueron una generación de mujeres que nacieron, crecieron y superaron la guerra y la postguerra. Una época en la que todas las puertas para las mujeres estaban por abrir, sobre todo, en una Extremadura rural en la que no se reconocía su trabajo", añadiendo que "la gran mayoría no pudisteis cotizar lo suficiente, muchas de vosotras nada porque no tuvisteis la oportunidad o porque no os dejaron y eso que vuestros jornales eran de 24 horas".

El Jefe de Ejecutivo Regional ha indicado que "vuestra mayor inversión, después de haber trabajado tanto o más que muchos hombres, siempre fue vuestra familia. Quizá soñasteis con una vida más fácil, pero nunca la tuvisteis. Y a pesar de ello, ese esfuerzo os llenó de vida", recalcando que "os habéis sobrepuesto a todas las dificultades, junto a vuestros maridos seguís apoyando a vuestros hijos y nietos y muchas de vosotras lo hacéis además con la mitad de la pensión al fallecer vuestro esposo".

En este sentido, ha recalcado la puesta en marcha de una ayuda permanente de 300€ anuales a todas las mujeres extremeñas que vivieron la guerra y la postguerra, una medida, que se abonará de forma directa o mediante deducción, beneficiará a 35.000 mujeres que hoy tienen más de 75 años".

Y, Monago ha recordado que "mi madre hubiera sido una de ellas. Por eso sé que nosotros como hijos tenemos una deuda que jamás podremos saldar con nuestras madres y abuelas. Yo no tuve el tiempo suficiente para agradecérselo. Todo lo que hagamos por ellas, creedme, será siempre poco".