Lorena Rodríguez Lucero: 'Muchas mujeres se convierten en referencia para otras'

Lorena Rodríguez Lucero, secretaria regional del partido Extremeños, exalcaldesa en Carcaboso, y diputada por Unidas por Extremadura, es la representante en la Mesa de la Asamblea de Extremadura por parte de la confluencia Podemos-IU-Equo-Extremeños.

Esta joven de 35 años, trabajadora social, afronta su primera legislatura en la Cámara Extremeña con ilusión y, ganas, siendo la Secretaria Cuarte del órgano de gobierno de la Asamblea de Extremadura.

Mujer y política.... política y mujer… ¿qué representan estos conceptos y como casan para Lorena Rodríguez?

Pues para empezar, como mujer, siempre que puedo aprovecho para revindicar el legado familiar de las mujeres.

Por poner solo un ejemplo, es importante reconocernos con los dos apellidos, ya que en un detalle tan pequeño como que no te llamen con el apellido de tu madre, ya evidencia la invisibilidad de la mujer. Así que, Lorena Rodríguez Lucero (jajajaja).

Centrándome específicamente en la pregunta, yo creo que hacer política es una de las funciones más bonitas que existen. Es cierto que está bastante desprestigiada, y que no hace honor a los logros que se consiguen cuando se realizan desde el corazón y el sentido común.

Pero, política la hacemos todas las personas todos los días con los gestos diarios que decidimos, lo que ocurre que unos los hacemos a través de organizaciones y otras personas de forma individual.

El reto que tenemos las mujeres que ejercemos la política es continuar con el legado que nos han dejado nuestras mujeres antecesoras, que con mucha valentía consiguieron derechos fundamentales para las mujeres como el derecho a voto o la ley del aborto, pero nos queda muchísimo por hacer. Su ejemplo hace que no desistamos.

La mujer en política hace ya décadas que no es una excepción pero, parece todavía que hay visibilizar, en tú caso…..¿crees que la política te ha supuesto algún sacrificio como mujer o no?

En mi caso ser mujer joven en política supuso hace unos años tener que enfrentarme a un acoso político y personal continuo que no debíamos de consentir en ninguna de nuestras organizaciones políticas.

Pero, eso ya pasó. Y aunque me hubiera gustado recibir más apoyo y refuerzo de mis compañeros políticos, agradezco a algunas representantes políticas mujeres que si que se posicionaron públicamente contra ese acoso, entre las que están Marta Santos, Blanca Martín, Carmen Ibarlucea e Irene de Miguel.

Ejercer un cargo político también me ha dado la oportunidad de visibilizar que las mujeres también debemos ocupar puestos directivos, y que tenemos que encontrar las fuerzas necesarias para dar el paso hacia adelante.

Además, si algún compañero no apoya esa decisión, hay que dejarle a un lado y seguir avanzando porque cuando decidimos ocupar esos espacios, muchas mujeres se convierten en referencia para otras por el desempeño de sus funciones y cargos.

En unos días, se celebra el Día Internacional de la Mujer, ¿qué supone para tí ser una de las 29 diputadas mujeres de esta X Legislatura recordando que, en la primera, sólo había dos mujeres entre 65 parlamentarios?

Sinceramente, un honor. Nunca imaginé que con 35 años sería diputada regional en la Asamblea de Extremadura, algo que tanto mi madre como mi padre no tardan en contarlo en cualquier conversación. Supongo que es porque se sienten orgullosos de su hija.

Yo creo que las instituciones deben acercarse a la calle y que al ejercicio de la política debe poder acceder cualquier persona con voluntad de servicio público.

Yo vengo de una familia sencilla y humilde, mi padre es un pequeño autónomo y mi madre es cocinera, y eso me recuerda todos los días que mi labor es respresentar a los extremeños y extremeñas, que la política es un ejercicio transitorio y que dentro de un tiempo me gustaría volver a ejercer mi profesión, trabajadora social.

Si hoy 29 mujeres somos diputadas en la Asamblea se debe a la labor y valentía de nuestras antecesoras, que dieron el paso, y que lucharon por conquistar avances importantes.

Estoy convencida de que si hoy pudieran ver lo que consiguieron, estarían emocionadas, aunque las jóvenes revolucionarias como nosotras consideremos que queda muchísimo por hacer.

En 2019, al frente de Extremeños, decidió formar parte de la confluencia Podemos-Iu-Equo, ¿qué balance hace de esa decisión?

La decisión dentro de nuestra organización, Extremeños, costó. Somos una fuerza regionalista y estábamos planteando una coalición con partidos con dirección nacional.

Pero, creo que ha sido una decisión acertada. Estamos trabajando las propuestas por consenso, y de momento, aun no hemos encontrado una negativa a ninguna propuesta de nuestra organización..

Es cierto que la Ley Electoral está como está, y que necesitamos sumar esfuerzos para tener representación en la Asamblea.

Nos queda mucho por trabajar, durante estos tres años y medio, para construir una confluencia real que se centre en solucionar los problemas de nuestra región, que aunque esté llena de oportunidades, deje de encabezar datos terribles como la pobreza, el desempleo juvenil y las cifras del reto demográfico.

Por tanto, estamos obligados a trabajar por el consenso, por la unión de fuerzas y el apoyo mutuo para generar los cambios que necesitamos.

Forma parte de la Mesa de la Asamblea, …..¿implica un trabajo parlamentario diferente a si fuera únicamente diputada?

Creo que estar en la Mesa es un beneficio institucional al que no todos los diputados y diputadas pueden acceder.

Implica transparencia entre todos los grupos parlamentarios, ya que estamos representadas todas las fuerzas politicas que constituyen el arco parlamentario en Extremdura.

Gracias a ello, tenemos acceso y somos conocedores de todos los procedimientos, visitas y actos protocolarios que se desarrollan en la agenda institucional de la Asamblea.

Respecto al trabajo parlamentario, semanalmente tenemos reunión de la Mesa donde se da traslado de todas las gestiones parlamentarias que se presentan a la cámara. También abordamos cuestiones económicas, de contratación y relaciones institucionales.

Es una labor ingente bastante desconocida para la ciudadanía en general.

Para finalizar….¿cuál es el mayor reto que se plantea lograr en su etapa en la Asamblea de Extremadura?

Soy una enamorada de la Administración Local, siempre he defendido que es la administración más cercana a nuestros vecinos y vecinas, y para mí el mayor reto que tenemos es acercar el funcionamiento de la Asamblea a la calle y que sea considerada, al igual que la adminsitración local, una institución cercana porque en la Asamblea se deciden aspectos muy importantes para el día a día de los extremeños y extremeñas, y quizás todo el trabajo que realizamos aquí no llega a la ciudadanía.

Ese era mi reto, y mi mayor deseo es que me encantaría acabar esta legislatura con una aplicación real de la agilidad burocrática de la administración que favorezca la implantación de proyectos en las zonas rurales, que ayuden a repoblar los pueblos y favorecer la incorporación de las mujeres en los proyectos. También me gustaría que pudiéramos sacar adelante una Ley de Artesanía Alimentaria que ayude a compaginar las pequeñas explotaciones con su espacio de transformación y venta directa, y por supuesto, acabar esta legislatura con cero asesinatos machistas en nuestro país.

Y, mirando al futuro, como mujer política….¿qué cree que queda todavía por romper...por cambiar en pro de una igualdad real?

Creo que hay que poner en marcha un plan efectivo contra la violencia machista, que además de acabar con este tipo de violencia, trabaje también en el empoderamiento de las mujeres, pero sin olvidar que hay que tratar a los agresores para eliminar los comportamientos machistas.

Es importante unir esfuerzos en esta materia, y para ello tenemos que dejar a un lado las cuestiones partidistas.

Un ejemplo de esto lo tenemos en la Comisión de Igualdad de la Asamblea, donde todas las portavoces de igualdad de las distintas fuerzas políticas, junto con la Consejería, estamos trabajando por consenso al proponer iniciativas.

Al margen de esto, creo que tenemos que facilitar las mismas condiciones entre las mujeres rurales y las mujeres del mundo urbano, y que esas condiciones ayuden a tener las mismas posibilidades laborales y que no se incentive trabajar en condiciones precarias. Solo poner un ejemplo, la mayor desigualdad nos la encontramos en el sector primario, donde las mujeres son las que mayoritariamente están al frente de la gestión de las explotaciones, pero que sin embargo son las que peores condiciones laborales tienen.