Especiales
Lorena Panea: 'Me considero feminista, ecologista y frontal'
La diseñadora extremeña considera, que en el mundo de la moda, aún queda mucho camino por recorrer en materia de igualdad
Lorena Panea, nacida en Mérida y extremeña de pura cepa, siempre tuvo claro que lo suyo era la moda. La constancia, esfuerzo y sacrificio, como el estar fuera de su tierra, confirma que el trabajo siempre tiene su recompensa. A día de hoy, y con una clara exposición y reconocimiento público a nivel nacional, su marca ya ha comenzado a dar su primeros pasos en el mercado internacional.
El uso de materiales reciclados y ecológicos dentro de sus colecciones, para poder ofrecer soluciones más justas para el planeta, es el leitmotiv de la marca.
Se declara feminista, ecologista y frontal, y reconoce que el mundo de la moda, y en materia de igualdad, aún queda mucho camino por recorrer para alcanzar una igualdad efectiva. RegiónDigital.com, coincidiendo con el Día de la Mujer, ha hablado con ella sobre su vida, sus proyectos y el futuro de su marca.
R.D.: Hoy se conmemora el Día Internacional de la Mujer Trabajadora, y por primera vez se ha convocado una huelga feminista para este 8M. En la moda, ¿aún hay que trabajar por la igualdad real y efectiva entre hombres y mujeres?
L.P.: Todos los días veo a novios, maridos, o madres diciendo a sus novias, mujeres o hijas como tienen que vestir, la mayoría de las veces en contra de su gusto o voluntad. Yo misma no siempre voy vestida por la calle de la forma que más me gusta, sobre todo en los momentos en los que voy sola, por el miedo de sufrir acoso, como tantas veces me ha pasado.
Mientras que los hombres pueden ser como quieran, las mujeres no somos libres porque el contexto social no nos lo permite. Aparte de esto, siempre hemos estado presionadas por los referentes estéticos del momento, que nos dice cómo vestir, qué cuerpo tener, como debemos peinarnos y maquillarnos, y hasta cómo hemos de comportarnos para poder encajar en una sociedad diseñada por el género masculino.
Al nivel de marcas de moda, aún queda mucho camino por recorrer, ya que las marcas convencionales se anclan en valores tradicionales y arcaicos convirtiendo a la mujer en un mero producto que tiene que lucir perfecto y bonito. Por ejemplo, las casas de novia aún siguen promocionando la imagen de la novia pura, impoluta y angelical de hace 200 años.
En el caso de las marcas de fiesta, hablan constantemente de ser "la invitada perfecta" como si una, por ser mujer, es a lo máximo que puede aspirar al vestirse para un evento más allá de sentirse bien consigo misma. Por otro lado, los diseñadores se han desvinculado del papel reivindicativo y vanguardista que tiene la moda para hacer colecciones rimbombantes que no conectan con las mujeres de a pie. Hace falta un nuevo Alexander McQueen o Vivienne Westwood que rompa con lo establecido.
R.G.: En los últimos años su proyección nacional se ha disparado, ¿Cómo describiría su trayectoria profesional? Recordemos que sus inicios fueron en Extremadura
L.P.: Mira, una clienta mía una vez me contó que el bambú japonés no sale a la superficie durante sus primeros 7 años. Sin embargo, una vez transcurrido ese plazo, en solamente 6 semanas crece más de 30 metros. Quién lo desconozca dirá que el bambú ha crecido en 6 semanas, pero eso no es verdad. El bambú crece 30 metros en 7 años y 6 semanas.
La verdad es que no hay éxito sin esfuerzo y mucho sacrificio. Si me preguntas si volvería a pasar por lo mismo, todas las noches trabajando, las veces que no pude quedar con mi familia o amigos, temporadas lejos de mi pareja, etc… Quizás me echaría atrás. Además, veo como era ilusa en mis inicios, cuando abrí mi primera tienda en mi tierra natal de Mérida. Pero como se dice en latín, "mens agit molem" (la mente mueve la materia), y cuando veo la cara de mis clientas al entregarles su vestido de novia, o gente que hace 500 kilómetros porque quiere que yo haga su vestido, siento realmente que Lorena Panea ya es algo más grande e importante que mi propia persona.
R.D.: Una presencia más que notable en los medios, es la constante en los últimos tiempos. Por ejemplo ha sido la encargada del vestuario de varios de los concursantes de OT 2018, último trabajo nacional y de relevancia que conozcamos...más que nada por la relevancia nacional del formato
L.P.: Esa es la guinda del pastel, la parte visible. Pero una diseñadora no puede vivir de eso. El año pasado por ejemplo habré hecho alrededor de 400-450 vestidos, para todo tipo de eventos, y para todo tipo de mujeres provenientes de todos los continentes, igual me dejo de fuera Antártida, pero considerando que he tenido clientas también de Islandia o Noruega, creo que podemos considerar la sustitución.
Quiero con esto decir que las famosas representan muy poco en el total de todos los vestidos que hago. Mis verdaderas estrellas son mis clientas y para muchas de ellas hago cosas mucho más especiales y espectaculares que lo que sale en los focos. Este año saldrán en el cine 2 películas españolas con vestuario hecho por mí. De forma muy discreta he hecho vestidos para 3 personalidades políticas del panorama catalán y nacional. Y luego hay centenas de mujeres anónimas que atiendo. Nada de esto sale en los medios y en realidad es lo que representa realmente mi éxito.
R.D.: ¿Qué diferencia a la marca Lorena Panea de otras que existen en el mercado? ¿Cuál es su concepto de moda?
L.P:. La diferencia o el éxito se consiguen normalmente como el resultado de varios factores. Cuando miras a la marca Lorena Panea yo diría que hay varias cosas que se ven diferentes de otras marcas. Resalto 3 puntos, aunque podría extender mucho más el listado.
De entrada, como diseñadora y mujer me defino como feminista, ecologista y frontal. Eso se transmite en los textos que escribo en mi blog o en los vídeos que filmo, incluso cuando alguien me dice que como marca no me debo “mojar” con ciertos temas. Siempre contesto que el mundo ha cambiado y no hay espacio para los “queda bien” sino que en la sociedad actual cada uno tiene que tener claro cuáles son los valores a defender.
El resultado es que casi la mitad de las mujeres que me visitan en mi tienda me dicen que se identifican mucho con mi forma de pensar y con lo que transmito. Y quién no se identifique y no respete mi forma de pensar, seguro que tampoco es mi tipo de clienta y, al contrario de las marcas del mass-market, no intento vender a todo el mundo porque eso implicaría no tener valores.
Luego está también el tema de la calidad y que actualmente ya va a la par con la ecología. Con mi última colección de novia Neo-Natura ya he logrado que la colección fuera sostenible, de producción totalmente artesana, con la mitad de los materiales ecológicos y de bajo o nulo impacto ambiental y todos los vestidos producidos en España, lo que hace que mejore la calidad y acabados de todos los vestidos.
Por último, está la importancia del diseño y aunque suene a tópico, no lo es. A menudo veo desfiles de diseñadores de quién dudo que entiendan realmente quienes somos las mujeres actuales. En este caso creo que es para mí una ventaja ser mujer, ya que me permite conectar mucho más con las demás mujeres que acuden a mí para hacerles su vestido. Sé perfectamente la importancia de llevar un vestido que sea tan especial como cómodo, entiendo perfectamente lo que sienten estas mujeres en los eventos y el contexto en el que participan y además conozco y estudio constantemente las técnicas para lograr los vestidos que las mujeres contemporáneas necesitan, más allá del ruido y show que se propone en las pasarelas pero que constantemente carece de calidad, talento y contenido.
R.D.: ¿Qué visión tiene de la moda actual?
L.P.: Siempre digo que la moda actual está pasada de moda. Hemos entrado en una dinámica, muy bien aprovechada por las marcas de producción en masa, que buscan conquistar y poseer la voluntad del consumidor. A su vez, este mismo consumidor deja que su deseo de embellecimiento sea fácilmente convertido en dinero por modas de corta duración, una vez más sin valores ni contenido.
Y todo esto no va solo de bloggers o fashionistas, aunque esas estén a la cabeza de toda la dinámica, seguramente de forma inconsciente e ignorante. Cuando escucho a alguien diciendo que "no sigue la moda", lo que esa persona está diciendo, y no sabe que lo está diciendo, es que no lo hace de forma consciente, porque en realidad sus gustos están siendo constantemente influenciados (por no decir manipulados) por lo que ve en aquellos/as que son referencias para sí o identifica como pares, cuando actualmente estas referencias y pares están también envueltas en un marketing lleno de mensajes sutiles, que nos indican a todos cómo hay que vestir.
Todo es superfluo y la moda ha dejado de ser un espacio de reivindicación para ser un "lifestyle" de mentiras. Y con todo este consumismo exacerbado, quién lo paga es el planeta.
Es preocupante ver hasta donde han llegado las empresas con sus guerras de precios. Una simple camiseta de algodón contamina 8 metros cuadrados de suelo y 3.000 litros de agua durante su fabricación, ya olvidando la huella hídrica que deja con sus respectivos lavados, y el impacto de terminar en un basurero o en el fondo del mar. Es insultante para el planeta que se venda por 3€ en una megatienda. Si no lo paga el consumidor final, lo estamos pagando todos. Podría seguir hablando también del coste humano, condiciones de explotación y trabajo infantil, pero en nuestro "primer mundo" la gran mayoría de la gente prefiere mirar hacia el lado y asumir que no es su problema.
Por todo esto, no es solo que la moda actual esté pasada de moda. Es que ha andado para atrás. Paradójicamente, al final son ese tipo de marcas retrógradas que convierten marcas como la mía en un nuevo lujo y a la vez en una necesidad implacable.
R.D.: ¿Qué retos tiene Lorena Panea por delante?
L.P.: Tengo batallas en varios frentes. Llevo 5 años con mi marca y Anna Wintour, la editora jefe de Vogue, dijo una vez que el trabajo de diseñadora necesita 10 años de experiencia para aprenderse, lo que considero totalmente cierto. En estos 5 años he abierto y gestionado 2 tiendas propias a la vez, he ido multiplicando mi facturación y márgenes, he ganado algunos premios que me dieron algún reconocimiento pero siento que tengo todo por aprender constantemente.
Estoy ahora dando mis primeros pasos en el mercado internacional, ya he recibido los primeros pedidos y estoy en contacto serio con varias tiendas por todo el mundo, por lo que la internacionalización seguro que será parte importante en mi futuro. Además, estaré este año presente en la Barcelona Bridal Week, la feria profesional de novias más importante de Europa, lo que supongo que aumentará también mi exposición internacional.
Por otro lado, estoy constantemente investigando y desarrollando aún más el uso de materiales reciclados y ecológicos dentro de mis colecciones para poder ofrecer soluciones más justas para el planeta, pero incluso con los proveedores siento que el sector aun necesita madurar más. Espero dentro de unos años ya solo usar materiales sin impacto ambiental.
Por último, estoy también haciendo pruebas con tecnología, porque las necesidades de las mujeres van a seguir aumentando y solo la tecnología me permitirá atender esas necesidades futuras.
Aun así es como digo, todo ello me implica aprender en el proceso y realmente 5 años en la moda aun no es nada. Pero como he dicho antes, mens agit molem y si he llegado aquí en 5 años, ¿hasta dónde voy a crecer cuando llegue a los 7 años y 6 semanas?