Especiales
La voz de la memoria resuena en Extremadura
Una exposición, organizada por la ARMHEx, pretende contribuir a la dignificación de las víctimas de la represión franquista a través de su reconocimiento
Poner voz e imagen a los olvidados de la represión, y posterior dictadura franquista, es el motor de la Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica en Extremadura. Una necesidad que se ha materializado con la puesta en marcha de una muestra temática, que a lo largo y ancho de la región, ha contribuido a la reparación simbólica de las víctimas a través del reconocimiento público de las mismas. Este es precisamente el objetivo de “Tras las huellas de la Memoria Extremadura”. Un recorrido visual desde 1936 por una de las etapas más duras de nuestra historia reciente, y que pone en valor la dignidad de cada una de las víctimas del franquismo.
Años de trabajo que ahora ven la luz al poner en pie un proyecto, en los que la acumulación de experiencia en las tareas de búsqueda de fosas o atención a las víctimas de la dictadura de Franco, han servido de base para esta actividad didáctica. Una iniciativa, que hasta la fecha, ha tenido una gran acogida por parte de la población. Badajoz, Calamonte, Zafra, Llerena, Villanueva de la Serena, Villafranca de los Barros, Navaconcejo y Hornachos son buena prueba de ello.
Exposición a pie de calle
En concreto la muestra está compuesta por un total de 20 paneles que tratan de reflejar las bases sobre las que se sustentó la dictadura del General Franco, la consiguiente represión, desde el golpe de Estado en 1936 hasta su final oficial en 1978; así como el posterior proceso para la reconstrucción de la memoria histórica. Una exposición sobrecogedora que en próximas fechas recalará en otras tantas poblaciones de la región, entre ellas Fuente del Maestre, Montijo y Mérida. En todas ellas, igualmente los asistentes podrán contemplar una proyección continuada en soporte audiovisual de testimonios de familiares y víctimas del régimen.
El Golpe de Estado contra la II República, el genocidio franquista: la matanza de Badajoz; los Consejos de guerra: la justicia al revés; la guerrilla antifranquista, la represión de la mujer, el sistema carcelario y represivo de la dictadura: la Recuperación de la Memoria Histórica en Extremadura, la excavación de fosas, los lugares de la Memoria, las familias y las víctimas, y el voluntariado. Son algunos de los temas plasmados en cada uno de estos paneles expositivos, en los que han trabajado y participado historiadores e investigadores de la talla de Julián Chaves, Justo Vila, Candela Chaves, Ángel Olmedo, Silvia Herrero, Celia Chaves, Juan A. Aranda, Javier Martín, José M. Corbacho o Cayetano Ibarra.
Un gran proyecto social y de difusión en el que también colabora, además de la Diputación de Badajoz, Fundación Anselmo Lorenzo y la Filmoteca de Extremadura. La entidad, ha puesto su granito de arena en otro de las actividades impulsadas desde la ARMHEX, un valorado ciclo de cine, que ya ha recorrido, junto a la muestra, cada una de las localidades anteriormente mencionadas. “Arte y política en la II República” es el nombre de esta iniciativa consistente en el visionado de films rodados en zona republicana durante los años de la Guerra Civil, es decir entre 1936 y 1939. En conjunto, se trata de proyecciones en las que se reclama la dignidad humana, sea cual sea su condición social. Unas películas que pretenden informar y enseñar, contribuyendo a elevar el nivel social y moral de cada persona, es decir, por un lado se presenta al individuo como combatiente bélico que se defiende, y por otro, como miembro de la sociedad en la que tiene especial importancia la solidaridad popular y el civismo constructivo, que induce al individuo a contribuir a la lucha contra el sufrimiento y las privaciones.
Un programa de actividades que goza de buena salud dado el éxito alcanzado en cada una de sus sesiones en las localidades programadas. Iniciativas abiertas a todo tipo de público, desde estudiantes a colectivos sociales. Se trata de una actividad gratuita que persigue el reconocimiento social de los olvidados y seguir cerrando viejas heridas. Y es que tan sólo basta con conocer la historia para que ésta no se repita.