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El Incoex lanza recomendaciones en seguridad de juguetes acuáticos y ropa de baño
Algo importante es comprobar, según indica la Junta de Extremadura, si el juguete acuático o la prenda de baño están concebidos para menores de 14 años.
El Instituto de Consumo de Extremadura (Incoex), perteneciente a la Consejería de Salud y Servicios Sociales, presenta una lista de consejos con la llegada del verano, para lograr que los juguetes acuáticos infantiles sean "más seguros" y que se pueda disfrutar "al máximo" de la playa o la piscina en esta época del año.
En concreto, algo importante es comprobar, según indica la Junta de Extremadura en una nota de prensa, si el juguete acuático o la prenda de baño están concebidos para menores de 14 años, para lo cual hay que prestar atención a la longitud de los cordones y cuerdas ajustables de las prendas de baño, que no deben ser excesivamente largos en la zona del cuello o la cintura, porque suponen riesgo de atrapamiento con objetos o vehículos en movimiento.
Además, los juguetes acuáticos deben llevar marcado CE y etiquetado de juguetes, tanto en el embalaje como en el propio juguete, así como una dirección de contacto y una identificación del producto, para poder reclamar en caso de accidente.
En este sentido, es "imprescindible" diferenciar, por ejemplo, que están destinados a su uso durante el aprendizaje de la natación y que no se consideran juguetes, por lo que no tienen por qué cumplir con los mismos requisitos.
Esto puede ser "muy confuso" para las familias, por lo que resulta conveniente señalar que sólo son juguetes acuáticos aquellos que cuentan con el marcado obligatorio CE.
Algunos ejemplos de artículos de ayuda a la flotación son los manguitos, las tablas y rulos de espuma, los flotadores de asiento para bebés o las burbujas.
Por ello, el Incoex recomienda revisar los juguetes hinchables antes de su uso cada verano, pues podrían tener pinchazos que impedirían la flotabilidad.
Y es que estos juguetes pueden provocar el desprendimiento de las boquillas de inflado, lo que puede provocar el atragantamiento de los más pequeños al inflarlo, así como la pérdida de flotabilidad puede provocar el ahogamiento del usuario, concluye la Junta.