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El Consejo de Gobierno analiza el Protocolo de atención integral a personas trans

Quiere mejorar la calidad de la asistencia sanitaria y social que se presta a este colectivo, respetando principios de libre autodeterminación de género.

El Consejo de Gobierno ha conocido este martes el Protocolo de atención integral a personas trans.

Así lo ha anunciado el presidente de la Junta, Guillermo Fernández Vara, durante la rueda de prensa celebrada en Mérida, con posterioridad a la reunión semanal del Ejecutivo extremeño.

En concreto, este Protocolo, presentado por la Consejería de Sanidad y Políticas Sociales, tiene el objetivo de mejorar la calidad de la asistencia sanitaria y social que se presta a este colectivo, respetando los principios de libre autodeterminación de género, de no discriminación y de no segregación.

De este modo, el Protocolo contempla, por una parte, la atención a personas adultas y recoge actuaciones desde Atención Primaria donde se realizará la historia, analíticas y derivará a la Unidad Funcional de Atención a la Transexualidad (UFAT) de las que funcionan dos de ámbito provincial (Badajoz y Cáceres) integradas por profesionales de la endocrinología, cirugía plástica, Trabajo Social y Salud Mental.

Además, según recomendación de estos profesionales, se aplicarán tratamientos hormonales o quirúrgicos, tal y como informa la Junta en una nota de prensa.

En este último caso, y dependiendo de la intervención requerida, se harán en las unidades del SES en Cáceres y Badajoz; mientras que las cirugías genitales o de reasignación de sexo, hoy en día se derivan al Hospital Carlos Haya de Málaga.

Por otra parte, el Protocolo contempla la atención en la infancia y la adolescencia con la actuación de Atención Primaria que se encargará de la identificación, intervención y derivación a la UFAT.

Precisamente, desde la UFAT se realizarán las distintas intervenciones bien mediante el tratamiento hormonal o quirúrgico proceso éste último que se valorará de manera individualizada y se indicará, con carácter general, siempre a partir de los 18 años.

Finalmente, el Protocolo contiene además una serie de términos lingüísticos a evitar en la atención a personas trans.